Compré el saco de dormir de Lidl porque me parecía algo útil para las noches de frío.
Pero no resultó ser así.
Cuando se lo puso a MiPequeñoAprendiz empezó a moverse, revolverse y se enfadó muchísimo cuando descubrió que no podía gatear con "esa cosa" puesta.
Como me gusta tanto, decidí darle un nuevo uso, y se lo coloqué a un cojín.
Ahora tengo un encantador cojín para leer antes de dormir.
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